miércoles, 27 de mayo de 2009

RRHH: "Se cazan más moscas con miel que con vinagre"

Dice el refran... "Se cazan más moscas con miel que con vinagre".
Tal vez el estrés, las prisas, la urgencia de estar en un sitio determinado a una hora determinada sean los causantes de una creciente falta de tacto, y también de respeto, entre las personas. Si recordamos la máxima: "recogemos lo que sembramos", quizás nos planteemos la necesidad de cuidarnos mejor, los unos a los otros.
En la empresa, esta máxima la podemos aplicar en el sentido de saber reconocer las cualidades, capacidades y éxitos de los colaboradores. Estas personas forman parte del equipo y, tengan o no un cargo destacado, también contribuyen a que consigamos los objetivos y alcancemos las metas previstas.
Dedicar un minuto a hacerle saber a una persona que su trabajo, su actitud y/o sus formas de hacer dentro de la organización son satisfactorios y que son dignos de reconocimiento, posiblemente produzca un resultado muy positivo. Una sensación como la que sentimos cuando nuestra jornada laboral finaliza y tenemos --a pesar de las carreras que nos haya tocado correr, de las exigencias de nuestro mercado/clientes y de todos los problemas que nos haya planteado la jornada-- una sensación de satisfacción personal por haber podido solucionar o haber puesto en vías de solución problemas que algunas veces parecen irresolubles.
Las personas que reciben reconocimiento personal por su buen hacer suelen tener una alta capacidad para automotivarse, se sienten más implicadas en la labor del equipo y, por ende, más vinculadas a la empresa. Sufren menos estrés y sus actitudes son más positivas.
Quizá no esté de moda ser amable, quizá no esté de moda utilizar y expresar sentimientos, pero si no lo hacemos, no conseguiremos, a medio plazo como mínimo, que las personas a las que necesitamos estén predispuestas a colaborar cuando las necesitemos, porque vamos a recoger aquello que sembremos.

Escrito por: Pilar Soldevila

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