lunes, 21 de septiembre de 2009

Con o sin Título?

Recientemente recibí un newsletter de una "colega" que decía: "La “certificación” está muy lejos de ser suficiente y al emprendedor no le interesa ese título". Este texto acompañaba un intento de vender un curso en internet de 7 pasos para convertirse en asistente virtual.
En otro link la autora agrega: "en 3 años que vengo brindando servicios de asistencia virtual confieso que jamás un cliente me preguntó si estaba “certificada”! Me da la sensación de que a los clientes les interesa percibir que ofrecés un servicio profesional, que tenés los conocimientos y la experiencia para ofrecerles la solución que buscan".

Admito que el texto contenía cierto tinte de agresión y descalificación que no me cayó muy bien. Soy una profesional certificada en permanente capacitación y que además, adhiero a un Código de Etica, para garantizar la confidencialidad de mis clientes.

Si digo que ser emprendedor NO es fácil no es ninguna novedad, conseguir clientes nunca fue fácil, mucho menos cuando se trata de una actividad virtual a la que no estamos aostumbrados, al menos por estas pampas...

Sin embargo, me quedé pensando si mis potenciales clientes pensarían igual. "Con tal de que me cobre menos, qué me importa si es Virtual Assistant certificada o secretaria con inglés y listo!"

Soy Traductora Pública de Inglés, y si bien existe un colegio de matriculados que nos ampara, ha costado y sigue costando un esfuerzo increíble que el público en general distinga la diferencia entre un Traductor Público (carrera universitaria y con matrícula) respecto de una excelente estudiante de First Certificate o Proficiency...

Hay un abismo entre ambas profesiones.

Por eso decidí escribir en mi blog mi mirada. Acepto la diversidad y la competencia (no siempre leal por cierto). Pero NO todo me da igual.

En el 2001, hubo una crisis política y económica muy fuerte en Argentina, muchísimas personas quedaron sin trabajo, gente idónea, profesional y con experiencia. Muy pocos pudieron reinsertarse en el mercado. Surgieron con gran ímpetu los coordinadores de eventos, las tortas caseras, los animadores de fiestas infantiles, los coaches, los consultores... Obviamente la diferencia de honorarios o costos era enorme.

No todos pensamos igual, lógicamente, pero hay algo que tengo muy claro:
Si necesito un médico, no voy a un curandero.
Si necesito un kinesiólogo no dejo que el tratamiento me lo aplique la recepcionista del consultorio.
Si hago terapia, no busco alguien que hace 10 años cursa en la facultad y aún no es ni psicólogo clínico ni psiquiatra.
Si debo hacerme un tratamiento de conducto, busco el mejor odontólogo a mi alcance, no un mecánico dental que leyó mucho y tiene muchos años de práctica.

Y Ud., qué busca cuando necesita una Secretaria Ejecutiva, que sea su mano derecha, pero que trabaje a distancia y le cobre por proyecto, o por mes?
QUÉ PREGUNTA NO?

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